

Los concejales se reunieron este martes con funcionarios del Ejecutivo para evaluar cambios en el proyecto de la Tributaria. Por la tarde recibieron a autoridades de los clubes de abuelos y vendedores de flores.
Desde hace un tiempo a esta parte el Concejo Municipal parece haber ingresado en una fase de cambio, que incluye un aparente aumento de la productividad legislativa y una renovada apertura hacia la comunidad como un ámbito de búsqueda de soluciones a las distintas problemáticas urbanas, de las instituciones y de la gente de la ciudad.
El martes comenzó con una reunión de tipo social con la ex tenista rafaelina, María Emilia Salerni, al cumplirse 25 años de su histórica consagración en uno de los torneos de tenis más importantes del circuito como lo es Wimbledon en la categoría junior femenino.
"A través de una productiva agenda legislativa se impulsaron tres encuentros para analizar distintos tópicos", se informó luego desde el Concejo para acentuar la "dedicación" de los ediles a su función.
Cerca del mediodía, los concejales recibieron al secretario de Gobierno y Modernización del Municipio, Germán Bottero, y a la secretaria de Hacienda y Finanzas, Silvina Bravino para avanzar en el análisis de la ordenanza Tributaria y revisar artículos específicos del proyecto. Asimismo, se intercambiaron consultas y se evaluaron posibles modificaciones de una iniciativa que el Ejecutivo pretende se apruebe en las sesiones del 27 de noviembre o del 4 de diciembre, es decir antes del recambio legislativo del 10 de diciembre cuando perderá la mayoría que dispone en la actualidad.
Por la tarde, los ediles mantuvieron un encuentro con la presidenta del Club de Abuelos de Calle Palmieri, Lorena Aragno y con el titular del Club de Abuelos Unidos, Hugo Vegetti, para evaluar la situación que están atravesando ambas instituciones a raíz de denuncias de sus vecinos por ruidos molestos. Durante el encuentro se buscó analizar alternativas que permitan resolver la problemática y eviten la suspensión de sus actividades.
"Los clubes que representamos son hostigados con denuncias constantes de los vecinos. Juntos queremos encontrar una solución de forma inmediata para que dichos clubes no sean suspendidos", sostiene la nota firmada tanto por Aragno como por Vegetti en la que solicitaron la reunión con el Concejo. La semana pasada, ambos dirigentes se habían reunido con el secretario de Gobierno y Modernización del Municipio, Germán Bottero, sin lograr demasiados avances en su objetivo de garantizar la realización de las cenas y bailes quincenales que convocan en ambos casos a alrededor de 500 adultos mayores. Se trata de propuestas de socialización e inclusión de enorme valor para cientos de rafaelinos.
En este marco, integrantes de grupos musicales y vecinos de la ciudad presentaron una nota al intendente, Leonardo Viotti y también ante el Concejo "con el fin de manifestar nuestra preocupación por la posible clausura de los salones destinados a las cenas baile organizadas por los clubes de Abuelos Palmieri y Abuelos Unidos de
nuestra ciudad". "Entendemos y comprendemos la importancia de respetar las normativas vigentes en materia de ruidos molestos, pero también consideramos fundamental preservar estas espacios que cumplen una función social invaluable", subraya.
"Los clubes de abuelos son lugares de encuentro, contención y esparcimiento para cientos de personas mayores, quienes encuentran allí una oportunidad de socializar, bailar, disfrutar de la música en vivo y mejorar su bienestar emocional y físico. Además, estos eventos generan trabajo para músicos, técnicos y servicios gastronómicos y contribuyen económicamente a las instituciones locales", resalta la nota de los músicos.
Asimismo, los firmantes solicitaron a la Municipalidad que evalúe alternativas que permitan la continuidad de las actividades, tales como:
• Revisión y adecuación de los niveles sonoros permitidos para este tipo de eventos.
• lmplementación de medidas de acondicionamiento acústico.
• Establecimiento de horarios razonables que compatibilicen el descanso de los vecinos con el derecho al esparcimiento.
"Estamos convencidos de que, con diálogo y buena voluntad, es posible encontrar una solución que respete tanto las normas como las necesidades de nuestros adultos mayores y trabajadores de la cultura", concluye la nota.
Con los floristas
Finalmente, ingresó al Concejo una nota presentada por tres vecinos dedicados a la comercialización de flores, Luis Fernández, Marcelo Gutiérrez y Jorge Fernández, quienes ante los ediles detallaron las dificultades que afectan su actividad laboral y solicitaron acompañamiento para encontrar soluciones.
"Tengo un local de venta de flores en Giordano Herminio 1103 (justo en la esquina de Luis Fanti). Además, tengo a mi cargo dos puestos en la vía publica, uno en la esquina de calles Colón y Chacabuco y otro en avenida Luis Fanti y Viamonte", explica Luis Fernández en la nota. "Quiero manifestar el profundo malestar y preocupación por la situación que vivo (y vivimos junto a varios colegas) día a día en nuestra ciudad. Somos trabajadores que contamos con contrato, pagamos los impuestos correspondientes y tenemos puestos fijos de venta y local comercial, en nuestro caso, dedicados a la comercialización de flores hace más de 50 años. A pesar de cumplir con las normativas, se nos dificulta mas poder trabajar en paz", plantea.
Fernández expresa en la nota presentada ante el Concejo que "pagamos mes a mes para tener nuestro espacio y cumplir con lo que exige el municipio, pero aun así no es suficiente, ya estamos cansados". "Es indignante que tengamos que movernos cada 40 minutos, cuando nuestro contrato establece claramente que el puesto es fijo. ¿De qué sirve tener todo en orden si el propio municipio no respeta lo que firma? No somos improvisados ni ilegales, somos comerciantes que mantenemos a nuestras familias con trabajo digno", asegura.
"Nuestros puestos siempre se encuentran a la distancia correspondiente y reglamentaria respecto de las demás florerías, tal como se exige en las disposiciones municipales. Jamás incumplimos esa norma, y aun así se nos trata como si estuviéramos fuera de regla", señala Fernández sin ocultar su malestar.














