

Este miércoles a la noche, alrededor de las 22.45, cuando desde Diario CASTELLANOS anticipábamos en exclusiva sobre el fallecimiento de Iván Ávila, el hombre de 45 años que desde el lunes se encontraba internado en el Hospital José María Cullen de la capital provincial en gravísimo estado tras haber recibido un disparo de arma de fuego en la cabeza mientras se encontraba en la vereda de su casa de calle Paul Harris en el barrio 2 de Abril al quedar en medio de una balacera entre delincuentes de la que nada tenía que ver, sabíamos que una nueva injusticia se había consumado en nuestra ciudad.
Los violentos hace tiempo que vienen haciendo de las suyas y no ocurre sólo en el barrio 2 de Abril. Gritos, amenazas, chiflidos y disparos a toda hora del día eran un escenario cotidiano en el barrio. Lo mismo que la preocupación de los vecinos que incluso, en muchos casos, dejaron de mandar a sus hijos a realizar los talleres a los que habitualmente concurren. Y que ya venían advirtiendo: van a hacer algo (por las autoridades) cuando maten a un inocente.
…y al inocente lo mataron
El lunes por la noche no fue la excepción. Volvieron a escucharse los gritos; volvieron a detectarse los silbidos; y se escucharon nuevamente las amenazas; y los disparos. La mayoría se quedó dentro de su casa, algunos optaron por llamar a la policía o a la GUR. Y otros decidieron ‘ver qué pasaba otra vez’. Iván Ávila fue uno de ellos. No tenía nada que ver con los gritos, con las corridas, con las amenazas y, mucho menos, con los tiros. Pero un proyectil impactó en su cabeza y le terminó costando la vida. Allí estaba la vida inocente que todos ‘avisaban’ que iba a aparecer.
Después, lo conocido…
A las horas que eso pasó y con la presencia del ministro de Justicia y Seguridad en Rafaela acompañado por integrantes de su equipo y hasta por el propio fiscal Regional, se llegaron al barrio. Custodiados por decenas de patrulleros y motos. Esos mismos que los vecinos denuncian que no ven por el barrio en la medida en que habían prometido. Con las cámaras encendidas es una cosa…cuando éstas se apagan es complemente distinto.
Allí empezaron a entrar a las casas y allí empezaron a aparecer las cosas. El informe oficial es muy alentador, pero Iván Ávila está muerto
Dijeron, entre otras cosas: «La Policía de Investigaciones (PDI), dependiente del Ministerio de Justicia y Seguridad de Santa Fe, llevó adelante este martes y miércoles un total de 14 allanamientos en distintos puntos de la ciudad de Rafaela, en el marco de una causa que investiga una tentativa de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y balaceras registradas en el barrio 2 de Abril».
Y agregaron: «Según informó el subsecretario de Investigación Criminal, Marcelo Albornoz, los operativos permitieron apresar al principal sospechoso del ataque ocurrido el domingo pasado, cuando un hombre recibió un disparo en la cabeza y fue trasladado en grave estado al Hospital J. M. Cullen de Santa Fe. Además, otras tres personas fueron detenidas por portación de arma de fuego y participación en balaceras».
Además agregaban qué: «Durante los allanamientos, los investigadores secuestraron cartuchos de distintos calibres, cocaína fraccionada para su venta, marihuana, tres cartuchos calibre 9 mm, una réplica de pistola de aire comprimido, escopetas, armas de aire, un chaleco y elementos policiales, además de plantas de marihuana y $126.000 en efectivo.
Y finalizaban: «Todo el material incautado fue remitido a las dependencias de la PDI como “elementos de interés para la causa”, mientras continúa la investigación para determinar el grado de participación de los detenidos en los hechos de violencia que vienen afectando a ese sector de la ciudad».
Todo muy lindo, pero tarde, Iván Ávila ya está muerto y los que tenían que estar llegaron siempre después.
¿Y las armas?
Hasta los chicos te dicen en el barrio: «buscan las armas y las tienen escondidas en los campos». Pero la policía casi nunca -o nunca- las encuentra. No hay inteligencia previa. Se terminó aquello de la inteligencia criminal. Vamos a buscar las armas a las casas y todos saben que aquel que las tiene las va pasando de patio en patio para que el vecino se las esconda. Y cuando la policía se va, las recuperaran. Y vuelta a empezar.
Eso sí, después el secretario de ‘inseguridad’ aparece para las fotos. O para contar que compraron más cámaras y que mejoraron la iluminación.
Con ésto debería terminarse la época de los discursos y empezar a prevenir de verdad. De lo contrario seguiremos contando víctimas inocentes. No sólo en el barrio 2 de Abril.
FUENTE: DIARIO CASTELLANOS














