Marc Márquez ha rozado con la yema de los dedos el sabor del triunfo. Era el mejor contexto para él, su 'rancho americano' particular. En Austin se le considera un 'sheriff' por haber ganado en siete ocasiones, y muchos aficionados soñaban con un octavo triunfo. La batalla que se ha vivido este domingo en territorio tejano es indescriptible. Una de las mejores carreras de los últimos años, con mucha igualdad y una lucha sin precedentes. Además, con un emocionado Maverick Viñales. El de Aprilia se llevó la victoria y entró en los libros de historia al ser el primer piloto de la era MotoGP en ganar con tres marcas diferentes.
Tal vez ni siquiera Márquez hubiera frenado a Viñales, pero el de Gresini volvió a liderar un Gran Premio. Pese a tener problemas con el freno delantero, Marc lo intentó hasta que su moto dijo basta. "Hasta que ha durado. Al menos la carrera ha sido entretenida. Me encontraba bastante bien, pero mal. Tenía problemas con el freno delantero. He querido liderar para bajar la temperatura. Sabemos dónde hay que mejorar, y lo importante es que estábamos luchando por esas primeras posiciones", destacaba Márquez en DAZN.
FUENTE: ELDESMARQUE
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