Es santafesina, tiene 80 años y cumplió su sueño de saltar en paracaídas

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Ilda Carletti está convencida de que no hay edad para cumplir un sueño. El rol clave de sus nietos para lanzarse en paracaídas. "Fue hermoso", dijo en AIRE.

Ilda Carletti estaba almorzando un domingo en familia cuando se le presentó la oportunidad de cumplir uno de sus mayores sueños: saltar en paracaídas. Con 80 años, no dudó en aceptar la propuesta. “Uno de mis nietos me pregunta si había cumplido todos mis sueños. Yo le respondí que sí, pero que me había quedado por hacer paracaidismo”, relató la mujer en diálogo con el programa “Ahora Vengo”.
 
Atento a sus palabras, el joven tomó su celular y se puso en campaña en cumplir el deseo de su abuela. “Con las tecnologías que hay ahora, encontró toda la información al toque. 15 días después estaba arriba del avión”, contó entre risas.

Ilda Carletti trabaja como peluquera hace 64 años en Chabás, una localidad ubicada a 250 kilómetros al sur de la ciudad de Santa Fe. Amante de la aventura, aseguró que no tiene palabras para explicar lo que sintió en el momento de hacer su salto de bautismo.

 “No tuve miedo para nada. Fui feliz. La adrenalina de tirarte, no se puede explicar. Parecía que se me salía el corazón por la boca de la emoción. Después sentís un sacudón y es cuando se abre el paracaídas. Ahí es todo más lento y podés ver el panorama. Mi familia me estaba esperando abajo y verlos a todos juntos fue hermoso”, explicó.

 Convencida de que no hay edad para cumplir un sueño, Ilda viajó por el mundo para poder hacerlos realidad. En Puerto Madryn hizo buceo, también se arrojó en parapente, viajó en helicóptero en Ushuaia y hace diez años se dio el gusto de viajar a Cuba. “Siempre fui cumpliendo todos mis sueños gracias a Dios”, indicó.

Este 26 de julio se conmemora el Día de los Abuelos en la República Argentina e Ilda tiene cuatro nietos. La mujer aseguró que su vínculo con cada uno de ellos es muy diferente al que mantenía con sus propios abuelos.

 “Yo soy muy compinche con ellos. Hablamos de muchos temas. Antes los abuelos no te demostraban cariño porque era sinónimo de debilidad. Con mis nietos, fui evolucionando. Ellos aprenden de nosotros y nosotros de ellos”, concluyó.

  AIRE DIGITAL

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