

Un ciudadano denunció haber resultado víctima de una estafa digital, concretada mediante movimientos desconocidos, y por ende no autorizados, en su cuenta bancaria.
La víctima tomó conocimiento de lo relatado con antelación, al recibir un mensaje inserto en una presunta información oficial.
En un correo que aparentaba ser un aviso de un préstamo aprobado para la adquirir un vehículo, figuraban montos y plazos además de un comprobante, sin que el damnificado haya solicitado crédito alguno.
Así las cosas, al ingresar a su home banking para percatarse de lo que estaba sucediendo, comprobó que el depósito mencionado en el correo se había acreditado, y que figuraban un par de transferencias hacia cuentas desconocidas.
En definitiva, se percató de que había sido estafado en más de medio millón de pesos














