Una joven de 23 años descubrió un gasto no autorizado en su cuenta bancaria. La compra se realizó en cuotas en una tienda de ropa y, al investigar, encontró que la autora sería una compañera de trabajo.
Una joven de 23 años, de nuestra ciudad, denunció haber sido víctima de una maniobra fraudulenta con su tarjeta de crédito. Según su testimonio, el 21 de enero a las 11:20 aproximadamente, recibió una notificación del Banco Santander por una compra de $302.200 en una tienda de ropa, pagada en seis cuotas de $50.366.
La víctima, que en ese momento se encontraba en su lugar de trabajo, al llegar a su casa comenzó a revisar la transacción y constató que no había realizado dicha compra. Al investigar en redes sociales, contactó a la tienda y obtuvo la factura de los productos adquiridos, entre los que figuraban vestidos, polleras, remeras y collares.
Tras solicitar más detalles, descubrió que la persona que realizó la compra sería una compañera de trabajo, quien ese día no había asistido debido a que estaba de franco. La denunciante sospecha que su colega pudo haber tomado fotografías de su documentación y de su tarjeta, ya que ambas dejan sus pertenencias en el depósito del lugar donde trabajan.
Luego del hallazgo, la víctima procedió a dar de baja su tarjeta y radicó la denuncia correspondiente. La investigación quedó en manos de las autoridades.