El español tuvo 11 fracturas y 6 operaciones entre 2016 y 2023. Es un ejemplo de superación y nunca se rindió. Acaba de coronarse en la categoría reina del motociclismo de velocidad con un equipo no oficial
Los pilotos de motociclismo cada vez que sufren una caída por su instinto lo primero que hacen es ver dónde está su moto. Quizá no pueden pararse, ni caminar del dolor por el golpe o una lesión, pero seguir en competencia está en su ADN. Dejar de correr por una fractura no suele estar en sus planes y bien lo sabe Jorge Martín, el flamante campeón del MotoGP, la categoría reina del Campeonato Mundial de Velocidad, formado en 1949 y que nació un año antes que la Fórmula 1.
Martín vino al mundo el 26 de enero de 1998 en San Sebastián de los Reyes, Madrid, y creció en una familia de trabajadores donde no les sobró nada. Heredó la pasión por las dos ruedas de su padre Ángel, quien desde los dos años le leía artículos de revistas de motos en lugar de los cuentos infantiles. Cuando Jorge aprendió a leer, para ir mejor preparado a la escuela practicó con esas revistas y a medida que pasaron los años supo más sobre las dos ruedas.
Una vez que le manifestó a su familia su sueño de querer correr en motos, su padre, su madre Susana y su hermano menor Javier, supieron que iban a tener que hacer enormes sacrificios para poder acompañarlo en esta larga y dura aventura. “Nos olvidamos de las vacaciones para poder pagarle los neumáticos”, confesó su madre en testimonios recogidos por ABC. O por caso, tener que pagarse una temporada gracias a sus victorias.
Si bien España es una de las mecas del motociclismo y los chicos tienen muchas escuelas para aprender y desarrollarse desde muy pequeños, sin dinero nada puede hacerse. “Hubo una época en que nuestra dieta era cerdo, pollo y fideos y también dejamos de hacer un montón de cosas”, agregó su madre en declaraciones tomadas por dicho medio. Ella incluso vendió pulseras para poder pagar los neumáticos de su hijo.
Pero el chico demostró pasta de campeón y a medida que fue ascendiendo también se fueron sumando los patrocinadores. Los campeonatos promocionales españoles son junto con Italia de los mejores del mundo y pudo consagrarse en la Red Bull MotoGP Rookies Cup en 2014 con 6 victorias. Se trata del mismo campeonato donde este año el argentino Valentín Perrone fue tercero y en 2025 debutará en Moto3.
En dicha categoría menor del Mundial de Motociclismo de Velocidad, Jorge alcanzó el título en 2018 con 7 victorias y 10 podios. Pero fue luego de superar un gran obstáculo. En Brno, se fracturó el radio, lo que le obligó a someterse a una cirugía. En una revisión de su lesión le tocaron un nervio que paralizó su mano izquierda, la del embrague. A pesar de la gravedad de su lesión, Martín decidió continuar compitiendo para mantener su posición como líder a bordo de su Honda del equipo Del Conca Gresini. El español no solo enfrentó el desafío físico de su lesión, sino que también tuvo que adaptarse a nuevas condiciones para poder seguir en la pista. En una carrera en Tailandia, utilizó un guante especial diseñado por su padre y sus mecánicos, que le permitió mover los dedos de forma automática. Este ingenioso dispositivo fue crucial para que pudiera competir y pudo terminar cuarto.
En 2019 pegó el salto a Moto2 con una KTM de la escudería Red Bull KTM Ajo y culminó undécimo. En la temporada siguiente marcada por la pandemia de COVID-19 fue quinto con una Kalex de la misma escuadra.
En 2021 debutó en el MotoGP con el equipo Pramac, que es satélite de la escuadra oficial Ducati. Logró en Austria su primera victoria y a esa altura la élite ya lo conoció como Martinator, el apodo que le puso su padre, acostumbrado a las caídas sufridas por su hijo en toda su campaña. El Martinator, un apodo vinculado a la película Terminator, también fue fomentado por su hermano quien a modo de broma una vez afirmó que Jorge “tiene más tornillos que huesos, por eso Martinator, mitad hombre, mitad robot”. Entre 2016 y 2023 tuvo 11 fracturas y 6 operaciones, según informó ABC.
Jorge padeció muchas lesiones, con roturas de huesos, aunque siempre logró subirse otra vez a una moto y correr más allá del dolor. De hecho, llegaron a hacerle estudios sobre la fragilidad de sus huesos y no obstante ello, siguió adelante en la búsqueda de su sueño de consagrarse en la categoría reina.
El año pasado fue protagonista en la pelea por el título, pero pese a sus cuatro triunfos no pudo con la regularidad del italiano Pecco Bagnaia, quien se consagró con una Ducati oficial. Esta temporada consiguió tres triunfos, pero fue más consistente. Volvió a tener el mano a mano con el nacido en Turín y la fecha bisagra fue en Aragón, donde la caída de su rival y su segundo puesto le valió saltar a la punta del campeonato. Llegaron a la definición este domingo y si bien Pecco se llevó el triunfo en Montmeló, el tercer puesto final le alcanzó a Martinator para subirse al podio. Fue en un marco emotivo en un evento solidario por las víctimas de las inundaciones en Valencia.
”No sé qué decir, estoy muy sorprendido. Esto es para mi familia, la gente que me apoya, esto es para ellos. Comencé a llorar al final de la carrera, fue una carrera muy emotiva”, reconoció luego de la competencia catalana. “Es increíble. No sé qué decir, estoy totalmente en shock”, admitió.
De los suyos destacó en una entrevista con Soy Motero que “mi familia ha sido mi pilar más importante. No puedo olvidar todo lo que han hecho para que yo pueda llegar hasta aquí. Somos una familia de clase media. No olvido aquellos días con las minimotos entrenando en un parking de San Sebastián de los Reyes o Alcobendas, haciendo la comida con una cocina camping”.
“Mi padre no es alguien que llore mucho, pero lloramos juntos. Tanto mi padre como mi madre han sufrido para seguir adelante cuando yo no tenía ni idea lo que era una crisis, lo que era estar en el paro. Toda mi familia más cercana y también el equipo Pramac han sido fundamentales”, subrayó.
”No me ha dado tiempo a nada, estoy con prisas y celebrando. He disfrutado mucho la carrera, ha sido tensa, pero yo iba a mi ritmo”, contó más tarde en Radioestadio. “Me he estado preparando para esto toda la vida. Llevo soñando con ser campeón de MotoGP desde que era pequeño”, recordó. Y confesó la clave de esta consagración: “He cambiado la mentalidad, he disfrutado más del proceso y no estaba tan obsesionado como el año pasado”.
Martín es el quinto español en alcanzar la gloria en el MotoGP luego de Alex Crivillé, Jorge Lorenzo, Marc Márquez y Joan Mir. Festejó el campeonato junto a su pareja María Monfort, y su familia, la misma que lo acompañó desde la primera hora y cuyos esfuerzos valieron llegar a lo máximo en el motociclismo de velocidad.
El año próximo dejará Ducati, pero seguirá con otra marca italiana, Aprilia. Habrá que ver si seguirá corriendo con su número 89 o pintará el emblemático 1 que identifica a los campeones. Del 14 al 16 de marzo de 2025 competirá en Termas de Río Hondo en el Gran Premio de la República Argentina.
Asumió a pleno su apodo y hasta usa una careta de Terminator para celebrar. Emuló de alguna manera a aquel personaje de Arnold Schwarzenegger, que siendo un robot debió cumplir con sus misiones como sea. Martinator, en alusión a esos icónicos filmes, es el “prototipo” de piloto que superó el dolor y puede estar lleno de tornillos como bromeó su hermano. Jorge Martín también cumplió con su misión y al resto de sus rivales les dijo “hasta la vista, Baby”.
FUENTE: INFOBAE