Sobre el final de la semana, Alejandro Granados se preparaba para festejar la inauguración de su nuevo restaurante. En la power mesa sentó a su lado a Luis Barrionuevo y Alberto Pierri, entre otros pesado del peronismo de siempre.
Pero terminó descompuesto. Barrionuevo que lleva las chicanas al borde de la tortura, empezó a mortificarlo con la versión que Jorge Lanata tenía la data que el yate Bandido era suyo y pensaba difundirlo.
En el peronismo inquieta el daño que pueden hacer Barrionuevo y Francos con Milei
El nombre del propietario de la embarcación que sigue a flote en Marbella, pero hundió a Martín Insaurralde, es la nueva obsesión de los periodistas.
El espíritu pícaro del líder de los gastronómicos, su facilidad para el bullyng, para mezclar mentira y verdad, su renovado poder gracias a la apuesta por Javier Milei fueron demasiado para Granados que terminó descompuesto, cuando el gastronómico deslizó que el libertario podría tirar su nombre en el debate presidencial de este domingo.
El nombre de Barrionuevo viene asociado al escándalo del yate hace días en el submundo de la información, como antes se lo señaló como el origen de los rumores sobre el supuesto divorcio millonario del todavía intendente de Lomas de Zamora. De hecho, como reveló LPO, cuando en el peronismo se enteraron que "Luisito" había cerrado un acuerdo con el libertario, les corrió el frío por la espalda: conocen su capacidad de daño.
La fórmula es la misma hace siglos y su efectividad tiene la contundencia de un guion de Tarantino: mujeres hermosas, corrupción política y hombres perdidos en el desenfreno, nada más eficiente para encender el morbo del público.
lpo