La ciudad de Brinkmann atraviesa un momento crítico en su sistema de salud tras el cierre del área de internación de la Clínica San Justo, único centro privado con ese servicio en la localidad. La medida fue comunicada sin previo aviso e incluyó despidos de personal con años de antigüedad, lo que generó una fuerte preocupación en la comunidad y entre los gremios del sector.
Según denunció la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA), las desvinculaciones afectaron principalmente a enfermeras con entre 10 y 20 años de trayectoria. El gremio calificó los despidos como “sin causa” y anunció que brindará asistencia legal para garantizar las indemnizaciones correspondientes.
El establecimiento continuará funcionando únicamente como clínica de día, con atención en consultorios externos y realización de estudios ambulatorios, dejando a Brinkmann sin cobertura privada para casos que requieren hospitalización.
La situación, que venía deteriorándose desde hace tiempo con recortes progresivos en los servicios, ahora deja como única alternativa el Hospital Municipal. Sin embargo, su capacidad es limitada y no alcanza para cubrir la demanda total, especialmente ante cuadros de mayor complejidad.
Ante este panorama, muchas personas deberán trasladarse a ciudades cercanas como Morteros o San Francisco para recibir atención adecuada, lo que representa un obstáculo importante, sobre todo para familias sin recursos o con urgencias médicas.
El cierre reaviva el conflicto entre los trabajadores de la salud y el sector privado, marcando un nuevo episodio de tensión en un contexto ya frágil para la atención médica en la región.
FUENTE: EL TIEMPO DIARIO
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