Nueva modalidad de reuniones del Gobierno con Comisiones Vecinales

RAFAELA..
TAPA-CEJA-DERECHA

La atención de los reclamos de los vecinos en general y de las Comisiones Vecinales es un desafío que todavía el gobierno municipal no termina de resolver adecuadamente. A lo largo del año, se ha cambiado varias veces de sistemas, de números telefónicos, de empleados encargados de la recepción, y esa es la mejor prueba de esta situación. Cada tanto se anuncia un nuevo sistema.  Los vecinalistas extrañan la gestión de Graciela Villani, histórica encargada del área que fue desplazada luego del último cambio de gobierno. En realidad no es un problema de personas, es la visión de los responsables de instancias mucho más jerárquicas en el Palacio Municipal lo que se desajustó entre un gobierno y otro. Graciela -Grace- era la cara visible de un sistema que , aún con todas sus dificultades -lo que vale para éste gobierno , el anterior y cualquiera, dada su complejidad- funcionaba en base a gestión, experiencia , ¨muñeca” que le dicen.

La respuesta de los efectores necesarios, es decir cada repartición, llámese espacios verdes, electrotecnia, sólo por poner algunos ejemplos, era más espontánea, más accesible. Tampoco se volvieron peores esas reparticiones, en la mayoría de los casos sin cambios en el personal de carrera. El problema principal es que el nuevo gobierno decidió e inculcó disciplinadamente al gabinete un sistema de relación con los vecinos y sus organizaciones concentrado en el Área de Vecinales, cerrando de alguna manera el acceso a las otras reparticiones y sus responsables. Sin dudas que tiene la prerrogativa de hacerlo, y que un orden siempre es necesario.

Se puede tomar cualquier decisión política, está en su derecho, lo que no puede es evitar las consecuencias. Se amontonaron los reclamos normales en el cuello de botella, y en los primeros meses se vivieron numerosas situaciones de descontrol en distintos servicios, como limpieza, corte de malezas, recolección de basura normal y de patios, etc. La famosa  barredora, como en la canción infantil, tropezó , y en la calle no se la vió, por lo menos a satisfacción de los vecinos. Pero hay que aceptar que tras los cambios de gobierno es normal  un período de adaptación, y más allá de chicanas políticas inevitables en otros sectores , en el vecinalismo  la gente de buena voluntad lo entendió, y tuvo paciencia y comprensión por meses. La actual conducción de la FEV inició su gestión prácticamente en la mitad del tiempo transcurrido entre la asunción del nuevo gobierno y el día de hoy. Nos sumamos a las sugerencias , la crítica constructiva y la actitud de colaboración de la mayoría de las vecinales. Pero señalamos a muy poco del inicio este problema.

 
Debe quedar claro que reconocimos y reconocemos el esfuerzo personal y las intenciones de las personas empleadas en el área de Vecinales. Es más, no estará Graciela para algún nostálgico, pero a Claudia y a Elo les sobra experiencia, capacidad y don de gente para resolver con solvencia muchas situaciones. Priva en el gobierno una visión un tanto ingenua y reglamentaria en ocasiones excesiva de mandar a los vecinalistas a “hacer una nota” .

Claro que tiene que haber un orden, un registro. Pero los vecinalistas saben por experiencia que muchas veces eso es solamente burocrático, y muchos así le expresan, la nota por sí sola no soluciona nada. Si no genera respuestas, los vecinalistas descreen de las notas, y las relativizan con realismo. Se generan así situaciones incómodas de hasta subestimación. El vecinalista atiende como todos su vida, su familia, su trabajo, y además dedica mucho tiempo a la Vecinal, de manera ad honórem. Se resiente cuando siente que es tratado como si fuera un alumno de escuela primaria.

Está formado y consustanciado con la realidad cotidiana, la acción, el contacto con las personas. Aún así acepta porque son razonables las cuestiones burocráticas, pero si no devienen en soluciones prácticas, los trámites pierden respeto y validez. En este contexto, y por las cuestiones generales y comunes que atañen a todas las vecinales, Federación solicitó siempre un sistema más efectivo de atención. Por ésta y otras razones el diálogo y la gestión entre FEV y el Gobierno disminuyeron y hasta desaparecieron , esa relación es todo otro tema sobre le cual la FEV ya ha fijado públicamente su posición conciliadora y dialoguista. No hemos tenido respuesta oficial formal o informal, pero está muy bien y celebramos que como consecuencia de los reclamos el gobierno revea y refresque la atención a las Vecinales implementando las reuniones que organizó recientemente. Por primera vez, las Vecinales tuvieron acceso franco a los miembros del gabinete y responsables claves de áreas de servicios.

Es un poco difícil en una reunión de una o dos horas atender las necesidades de una docena de vecinales ( 41 vecinales en tres grupos son por lo menos 13 vecinales por reunión, a 120 minutos son unos 11 minutos por vecinal para hablar con casi todo un gabinete ) pero celebramos y agradecemos esta nueva modalidad. Siempre se puede perfeccionar si se ve que es un camino productivo.

Falta ver que las solicitudes se conviertan en respuestas. El crédito está abierto. Y falta, por aquellas cuestiones comunes a las vecinales, el trabajo conjunto con la Federación de Vecinales. Como decimos siempre, el Gobierno no es responsable de que todo esté perfecto. Es responsable de intentarlo. En nuestra opinión, éste es un camino . El diálogo, la gestión conjunta, y en definitiva la mejora en la vida cotidiana de los vecinos por el trabajo de las instituciones basado en la colaboración y el respeto mutuo.

 
 

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