El Juncos Hollinger Racing de IndyCar enfrenta un desafío crucial en la temporada actual de la serie estadounidense. El equipo de Ricardo Juncos y Brad Hollinger se encuentra en una posición delicada en el Leaders Circle, un programa de bonos que otorga casi un millón de dólares a los vehículos inscriptos para todo el año que terminan entre los 22 primeros al final del campeonato.
Particularmente, el auto N° 78 que conduce habitualmente el argentino Agustín Canapino y que en Road America tuvo al estadounidense Nolan Siegel detrás del volante ha tenido una temporada complicada. Tal es así que tras la última competencia en Toronto, el vehículo ocupa el 25° lugar en la clasificación con 111 puntos.
En contraste, el auto N° 77 pilotado por el francés Romain Grosjean ha mostrado un desempeño mucho más sólido. Grosjean, con su vasta experiencia en la Fórmula 1 y en la propia categoría estadounidense, ha logrado ubicar el vehículo en el 14° lugar en la clasificación general del Leaders Circle.
Este programa es vital para los equipos de la IndyCar, ya que proporciona un impulso financiero esencial para la próxima temporada. Este bono es una motivación clave para que los equipos mantengan un rendimiento consistente y competitivo a lo largo del año.
Para el Juncos Hollinger Racing, ingresar al Leaders Circle con sus dos autos es crucial para asegurar los fondos necesarios que permitirán planificar y desarrollar el equipo para el futuro.
Con cinco carreras restantes en cuatro circuitos diferentes, el equipo JHR necesita una estrategia sólida y un rendimiento excepcional por parte de Canapino para ingresar al grupo de los 22 primeros.
Cada punto cuenta, y la necesidad de mejorar en cada competencia es imperativa. La presión es alta, pero el potencial está ahí. De hecho, el año pasado estuvo en una situación similar y el propio Canapino logró conseguir el objetivo en la última carrera del año.
AUTOMUNDO
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