Las Garzas supieron sobreponerse a dos expulsiones y se llevaron tres puntos de oro en una de las últimas jugadas del encuentro.
Faltó todo. Las estrellas, la suerte y, sobre todo, el juego.Inter Miamisufrió las ausencias de sus estrellas ofensivas. Notó la poca creatividad sin Lionel Messi y sufrió el nulo poder de fuego sin Luis Suárez. Sin embargo, con millones de obstáculos en su camino, el equipo de Gerardo Martino tuvo unas agallas gigantes, viajó al Subaru Park de Chester y se llevó un triunfo heroíco ante Philadelphia Union, que lo mantiene en la cima de la Major League Soccer.
Era evidente que las Garzas iban a padecer las bajas de La Pulga y El Pistolero. Uno se encarga de crear la mayoría de sus ocasiones. Y el otro era el rematador de todas ellas. Justamente, mientras ellos se preparan para la Copa América, al combinado del Tata evidenció grandes carencias en estos dos aspectos, con un Benjamin Cremaschi que intentó conducir la ofensiva, alternando errores y aciertos, y un Leonardo Campana que se debió disfrazar de Suárez, sin tener mucho éxito.
Sufrieron desde el primer hasta el último minuto. A pesar de que el Union evidenciaba grandes carencias, el combinado de Florida no lograba imponerse sobre el campo de juego y gran parte del partido era un constante concierto de errores no forzado, ya sea del local o del visitante.
Quien pagó más caro esto fue el propio Inter, con dos expulsiones insólitas. Primero, David Ruiz se llevó puesto a un rival y vio la segunda tarjeta amarilla. Solo 16 minutos después, Tomás Avilés rechazó una pelota que ya se había ido fuera para hacer correr el tiempo y el árbitro Ismir Pekmic no le dejó pasar dicha acción, mostrandole su segunda amonestación y, por consecuencia, la cartulina roja.
Pero todos esos golpes, más el tanto en el 2' del primer tiempo de Mikael Uhre, no lograron derribar a las Garzas, que opacaron sus limitaciones con una enorme valentía para igualar el marcador en el arranque del complemento y, ya en el final del mismo, se llevaron tres puntos gracias a una jugada messiánica del brasileño Leonardo Afonso.
Así, el Inter Miami vuelve para Florida con una victoria crucial en su bolsillo, sabiendo lo que puede llegar a sufrir con la ausencia de sus figuras, pero, también, entendiendo que cada uno de sus jugadores va a dejar todo para sostener al club en los más alto de liga estadounidense.
FUENTE: DIARIO OLÉ
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