Un proyecto para que la Lengua de Señas Argentina llegue a todas las escuelas de Santa Fe

REGIONALES 11 de marzo de 2024 . .
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Incorporar la lengua de señas como materia obligatoria en educación primaria de la provincia es el objetivo de una propuesta presentada ante el Ministerio de Educación por el licenciado Juan Pablo Fabrissín. "Por supuesto que no será sencillo concretar esta idea, pero en algún momento hay que comenzar", expresó a AIRE.

La Ley Nacional N° 26.378 ratificó en 2008 la Convención Internacional sobre Personas con Discapacidad que obliga a adoptar por parte de los Estados todas las medidas que sean necesarias para promover y proteger los derechos y la dignidad de las personas con discapacidad evitando cualquier tipo de discriminación.

Sumado a esto, en 2023 se sancionó la Ley Nacional de Lengua de Señas Argentina (Ley 27710), una normativa que reconoce la LSA como una lengua natural y originaria que es parte de la identidad lingüística y la herencia cultural de las personas sordas y que garantiza su participación e inclusión plena.

 En este marco surgieron en todo el país distintos proyectos que buscan incluir la LSA a la currícula de las escuelas para que todos los niños puedan conocerla y convertirla en un recurso valioso para su propia vida y para la inclusión con las personas sordas.

 A nivel local, el licenciado en Comunicación de la ciudad de Reconquista, Juan Pablo Fabrissín, presentó ante la Región II del Ministerio de Educación (Delegación Reconquista) una propuesta piloto de enseñanza de Lengua de Señas Argentina en las escuelas de Santa Fe.

“La idea principal del proyecto es el de incorporar la lengua de señas como materia obligatoria en las escuelas primarias de la provincia, comenzando una prueba piloto en tres establecimientos educativos del Sur, Centro y Norte. Estos serían elegidos por las autoridades ministeriales pertinentes”, cuenta en diálogo con AIRE.

Un proyecto inclusivo a partir de una experiencia personal
La génesis de esta iniciativa tuvo lugar ocho años atrás, cuando Fabrissín recibió en la inmobiliaria que tiene con su familia a una chica sorda quería alquilar un inmueble. “No pudimos mantener una conversación con ella, se retiró de mi negocio sin poder comunicarse; fue una primera gran frustración”, recuerda.

 Tiempo después se daría otra situación, esta vez a nivel familiar. Su esposa Gisela sufrió hipoacusia súbita en el oído izquierdo y desde ese entonces sólo escucha con el derecho. “En ese momento -explica- entendí que si mi esposa quedaba sorda o si veía disminuida su audición en el oído sano por una gripe, golpe o cualquier otra circunstancia, no podríamos comunicarnos fluidamente. Además se vería truncada la conversación normal con nuestros hijos”

Estas experiencias lo marcaron y a partir de entonces comenzó a gestar su proyecto. El objetivo es que la comunidad en general pueda conocer la LSA y propiciar una convivencia más inclusiva de las personas sordas e hipoacúsicas. “Si los niños aprenden la lengua de señas, en 10 ó 15 años van a estar mucho mejor preparados comunicacionalmente para trabajar en el ámbito público o privado. Se trata de una mejora real en lo inclusivo”, señala. La LSA permite a las personas sordas comunicarse, transmitir sus deseos, informarse y defender sus derechos. Además, propicia la construcción de una identidad lingüística y cultural que les permita sentirse incluidas y participar activamente en todos los aspectos de la vida social.
Política educativa
El proyecto fue presentado en 2016 pero no tuvo el impacto deseado, por eso este año Fabrissín decidió insistir y dar difusión mediática para que pueda ser escuchado. En este momento la propuesta se encuentra en una instancia de perfeccionamiento gracias a la dedicación desinteresada de una docente de Rufino, Valeria Carino. El licenciado en Comunicación explica que iniciativas similares comenzaron a implementarse en las provincias de Córdoba y Río Negro. Su deseo es que la promoción desde las escuelas de la inclusión de las personas sordas pueda convertirse en una política educativa que atraviese las gestiones gubernamentales. “Creo -finaliza- que una de las falencias que tenemos, no solo en lo educacional sino en general, es que no pensamos en verdaderas políticas públicas y en proyectos a largo plazo. Por supuesto que no será sencillo concretar esta idea, pero en algún momento hay que comenzar”.

FUENTE: AIRE DIGITAL

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