

Hoy te compartimos una de las recetas que seguramente te salvará la merienda. Esta torta de chocolate es perfecta para matear
Si sos amante del chocolate, tenés que probar una de las recetas que hará una explosión de sabores en tu boca. La torta matera es más fácil y económica de lo que te imaginás, y podés compartirla con familiares y amigos.
Con su textura esponjosa, su sabor a chocolate intenso y su cobertura y relleno irresistible, esta torta matera se convertirá en tu postre favorito para compartir con tus seres queridos. A continuación, te dejamos detallados todos los ingredientes y el paso a paso de una de las recetas más fascinantes.
Ingredientes de la torta matera de chocolate
Las cantidades de los siguientes ingredientes rinden para un molde de 22 cm de diámetro.
Para el bizcochuelo:
300 gramos de harina leudante
180 gramos de azúcar mascabo o común
1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio
65 gramos de cacao amargo
120 mililitros de aceite de girasol
200 mililitros de agua caliente o café
2 huevos
1 cucharadita de esencia de vainilla
Cobertura y relleno:
400 gramos de dulce de leche repostero
100 gramos de chocolate semiamargo
50 gramos de manteca
Para humedecer el bizcocho:
200 mililitros de leche
2 cucharaditas de cacao amargo
Cómo hacer una torta matera de chocolate a bajo costo
Para el bizcocho:
Para comenzar con la receta hay que preparar el bizcochuelo. Para eso, mezclá los huevos junto con el azúcar. En este caso te recomendamos utilizar azúcar mascabo porque aporta mas humedad, pero si no tienes podés usar común. Batí ambos ingredientes por varios minutos, a mano o con batidora eléctrica (la idea es que la preparación tome un color blanquecino).
A continuación, debés agregar el aceite y la esencia de vainilla y continuá batiendo para integrarlos muy bien.
El siguiente paso es añadir la harina, el cacao amargo y el bicarbonato de sodio previamente tamizados. Con ayuda de una espátula, tenés que integrar todos los secos (la preparación tomará consistencia pesada, pero tenés que continuar mezclado hasta que quede homogéneo, de un mismo color y sin restos de polvo).
Para terminar de preparar el bizcocho, tenés que elegir entre dos opciones: hacer un café instantáneo o utilizar agua caliente (es recomendable usar café porque le da un sabor y aroma único, pero si no te gusta, podés agregar agua). En cualquier caso, debés integrar el líquido poco a poco, mientras mezclás.
Después, volcá la preparación en un molde aceitado y enharinado o cubierto con cacao en polvo en la base y los bordes. Horneá el bizcocho en un horno precalentado a 170°C por 30 minutos o hasta que introduzcás un palito o cuchillo y este salga seco. Dejá enfriar el bizcocho completamente para desmoldarlo.
Para el relleno y la cobertura:
En este caso, tenés que hacer una preparación conocida como crema Bariloche. Primero colocá los 100 gramos de chocolate semiamargo y los 50 gramos de manteca en un recipiente y derretí ambos ingredientes en microondas o a baño maría.
Una vez que estén derretidos, mezclalos bien para formar una preparación homogénea y pasalos a otro recipiente con el dulce de leche repostero. Continuá mezclando hasta que quede la crema lista.
Conservá la crema a temperatura ambiente, en el mismo recipiente que la hiciste, cubierta con una bolsa o papel film. Si la colocás en la heladera puede endurecerse o solidificarse levemente y va a ser más difícil manipularla.
Armado de la torta matera:
Cuando el bizcocho este frío, desmoldalo con cuidado y realizá un corte en el medio para poder rellenarlo. Antes de colocar el relleno, mezclá la leche junto con el cacao amargo para humedecer el bizcocho y que quede una torta super húmeda.
Con ayuda de un pincel o una cuchara, humedecé ambas partes del bizcocho. Después rellená la torta con un poco de crema Bariloche (tenés que guardar otro poco para cubrirla).
Una vez rellena, colocá la parte de arriba y cubrila con el resto de la crema. Si comienza a endurecerse, podés colocar el recipiente donde está la crema, dentro de otro con agua tibia para mantenerla templada.
Una vez que la cubriste completamente, emparejá la superficie a tu gusto, agregá los detalles que querás y ya está lista (no te olvidés de guardarla en la heladera cuando no estés comiéndola, dura hasta dos días bien refrigerada).
DIARIO UNO