Wanda Nara habría decidido dejar a su anterior representación legal y sumarse al estudio de Fernando Burlando. El nuevo equipo analiza medidas urgentes contra Icardi.
Según trascendió, Wanda Nara estaría a punto de cambiar de abogados y ya habría tomado la decisión de ser representada por el estudio de Fernando Burlando, con el patrocinio directo del doctor Javier Ignacio Baños, reconocido por su participación en la defensa de Julieta Prandi y en la causa que culminó con la condena de 19 años a Claudio Contardi.
Un nuevo capítulo en la batalla legal entre Wanda Nara y Mauro Icardi
De acuerdo con lo revelado por Marina Calabró y confirmado por fuentes cercanas al estudio, la nueva estrategia legal redefiniría el enfoque del caso como una “cuestión de género”, lo que permitiría a la defensa de Wanda solicitar medidas precautorias urgentes y acciones penales inmediatas contra Icardi.
Entre las primeras medidas que evalúa el equipo, se encuentra la prohibición de salida del país para Icardi, además de la retención de su pasaporte y su registro de manejar, hasta que regularice los pagos pendientes.
Asimismo, los abogados analizan denunciar al juez Hagopian, quien lleva adelante la causa, por incumplimiento de los deberes de funcionario público, e incluso presentar una queja ante el Consejo de la Magistratura. No descartan llevar el caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), bajo el argumento de que el Estado argentino no estaría garantizando la protección de los derechos de las menores.
Por su parte, la defensa de Icardi sostiene que parte de sus bienes —incluida la conocida “Casa de los Sueños”— ya se encuentra embargada, y que Wanda habría incumplido los plazos para presentar sus declaraciones de ganancias, lo que habría dificultado fijar correctamente el monto de la cuota.
Finalmente, el nuevo equipo legal de Wanda Nara también analiza un párrafo del expediente donde se menciona la posibilidad de allanamiento de su domicilio si las hijas no son entregadas dentro del horario establecido para los encuentros con su padre. Desde el estudio Burlando consideran que esa disposición representa una medida coercitiva desproporcionada e incluso una “amenaza” contra la madre.
FUENTE: AIRE DIGITAL
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