
Golpes en la región: un rosarino ya detenido por una entradera en Pujato fue imputado por otro robo en San Jerónimo Sud
INSEGURIDAD
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Lo investigan como parte de una banda que cometió robos con un Toyota Corolla Cross robado en agosto. El mismo grupo está en la mira por hechos delictivos en Pueblo Esther, Villa Gobernador Gálvez y Rueda
El juez Ariel Cattaneo dictó este miércoles la prisión preventiva por diez meses de Mirko Abramor, un rosarino de 22 años acusado de integrar la banda que en agosto cometió una violenta entradera en San Jerónimo Sud. Es la segunda causa por robo calificado que se le imputa en la región: semanas atrás fue acusado de participar en un asalto en Pujato, donde el grupo robó un Toyota Corolla Cross que luego fue utilizado en un amplio raid delictivo en San Jerónimo, Pueblo Esther, Villa Gobernador Gálvez y Rueda. Por ese motivo, la gavilla –que ya tiene a dos integrantes detenidos– está bajo la lupa de cuatro fiscalías que buscan reconstruir su itinerario.
En los Tribunales de San Lorenzo, Abramor escuchó la acusación de la fiscal Natalia Benvenuto: haber integrado el grupo de cuatro asaltantes que el 19 de agosto, alrededor de las 0.30, derribó la puerta de una vivienda de Alberdi al 400, en San Jerónimo Sud. Mediante golpes y amenazas con armas de fuego, exigieron dinero a los propietarios.
La secuencia fue violenta. Dos de los delincuentes llevaron al dueño de casa a una habitación, donde lo golpearon y ataron; los otros dos ingresaron al dormitorio matrimonial, donde se encontraba la mujer. Al sonar el sistema de alarma, huyeron llevándose una Volkswagen Amarok, 200 mil pesos, una chequera, una caja de herramientas y un sobre con mil dólares.
Al ubicar a Abramor como parte de este grupo delictivo, los investigadores sumaron una pieza más al rompecabezas regional. Para cometer el robo en el departamento San Lorenzo, la banda utilizó un Toyota Corolla Cross sustraído el 9 de agosto, diez días antes, en Pujato.
Abramor cayó preso en Rosario el 9 de octubre, en el marco de una causa por estafa con un vehículo mellizo.
Días después fue imputado por la entradera que dio inicio a la saga en el pueblo natal de Lionel Scaloni. Según la acusación, actuó junto a cuatro cómplices que se movilizaban en dos autos: un Gol Trend y un Peugeot 206.
Armados y encapuchados, barretearon una puerta y redujeron a un productor rural y a dos familiares. El mal trago para las víctimas duró cerca de una hora. Con violencia, los asaltantes se llevaron dos millones de pesos, 2600 dólares, relojes, dos celulares, una pistola 9 milímetros, una escopeta y dos vehículos de las víctimas: además del Corolla Cross, también una Toyota Hilux.
El Corolla Cross robado en Pujato también fue vinculado a un escruche en un local de venta de baterías de Pueblo Esther, cometido la noche del 26 de agosto, y al día siguiente, a un intento de robo en un supermercado de Pablo Iglesias al 2200, en Villa Gobernador Gálvez, donde una empleada terminó maniatada.
El raid delictivo del Corolla Cross culminó en la madrugada del 1° de septiembre, cuando personal policial lo halló destrozado en un camino rural paralelo a la autopista Rosario–Buenos Aires, a la altura de Arroyo Seco.
Los delincuentes regresaban de Rueda (departamento Villa Constitución), donde una mujer de 66 años sufrió la irrupción de cuatro asaltantes. La ataron y le robaron una suma importante en dólares, joyas y un Audi Q3, que apareció horas después abandonado y sin patente en Juan XXIII (ex Biedma) al 6600, zona oeste de Rosario.
El 22 de octubre, detectives de la PDI arrestaron a otro sospechoso de la entradera en Pujato. Fue apresado en un departamento de Sorrento y Casiano Casas. Se trata de Maximiliano Leonel G., de 23 años.
Sin embargo, todo indica que la banda sigue activa. El 24 de octubre por la tarde, la Amarok robada en San Jerónimo Sud apareció abandonada en pleno centro de Rosario, tras un golpe frustrado en una joyería de Tucumán al 1047. Allí, cuatro hombres se hicieron pasar por personal de la PDI –llevaban un chaleco con la sigla policial– y golpearon al conserje cuando este desconfió de la orden de allanamiento que los falsos investigadores pretendían ejecutar.
FUENTE: ROSARIO3













