El fenómeno de las reuniones al costado de la Ruta 34: ¿Disfrute o molestia para los vecinos?

RAFAELA..
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El barrio Brigadier López hace tiempo que es lugar de encuentro para la comunidad rafaelina. Además, los alrededores de la UNRaf también lo son, al igual que los costados de la Ruta 34. ¿Qué ocurre con este fenómeno?
 

El verano se presta para los encuentros al aire libre, debido a las altas temperaturas y también al tiempo de ocio; verano y vacaciones del trabajo o del estudio para muchos.

 
Cualquiera pensaría que las plazas y los parques de la ciudad estarían llenos en ocasiones así… pero la realidad en la ciudad es otra. Muchos de los lectores de este diario seguro alguna vez se sentaron a los costados de la Ruta 34. En principio, hace varios años, era usual ver solo jóvenes en horario nocturno y también por la tarde. Pero ahora se volvió un lugar de todos y sorprende el uso que le dan a estos espacios.

 
Por la tarde, el tereré es el protagonista y reemplaza al mate del invierno. Muchos van con sus sillones y reposeras, y otros con mantas para sentarse en el pasto. Cabe destacar que en este horario se ve más gente en los costados de la ciclovía y cerca del cartel de Rafaela, debido a la sombra que propician los grandes árboles.

 
Por la noche los planes cambian. Se vuelven protagonistas las conservadoras con mucho hielo para mantener frescas las bebidas, los sanguches, las pizzas o hamburguesas. Hay mucha más gente que por la tarde, y muchos más vehículos alrededor que buscan lugar para estacionar. Ahora sí están en todos lados, cerca del cartel, de la Universidad Nacional de Rafaela y de la ruta, repartidos en donde encuentran espacio.

Se escuchan las risas y la música de algunos autos, las charlas profundas y los chicos jugando a la pelota mientras los padres los miran de cerca.

Las reuniones en ese sector de la ciudad suelen comenzar los viernes para seguir el sábado y terminar el domingo, pero también los jueves se prestan para cortar la semana.

Mientras tanto, las plazas de la ciudad reciben pocas visitas, salvo las que tienen juegos, que son buscadas por las familias, como por ejemplo la Plaza Elda Massoni, de barrio Villa Los Álamos.

 
Los vecinos del barrio Brigadier López hicieron reclamos por ruidos a la madrugada, restos de basura en sus veredas, imposibilidad de sacar sus autos porque estacionan en su garage... pero parece que poco se puede hacer en pos de liberar la zona. Lo que sí, cerca de medianoche, los guardas se hacen presentes en el lugar y piden que corran los autos y las motos, colocando carteles de prohibido estacionar. Así, la gente se empieza a ir, para no tener problemas.

Esto sucede hace ya bastante tiempo, por lo cual es evidente que no hay una solución simple. Según consultó LA OPINIÓN, por semanas, los guardas, al echar a la gente del lugar, les ofrecían que continúen la noche en las inmediaciones del Autódromo. Por supuesto, más alejado de la ciudad, la mayoría se iba a sus casas, no viendo una buena opción en ir hasta allá. Los guardas destacaban lo peligroso que podía ser estar al lado de la ruta, en caso de cualquier accidente de tránsito que se pudiera dar. Además, muchas motos circulan a alta velocidad y sin casco, por lo que también se realizan controles de tránsito y multas en caso de ser necesario.

La gente que viene de visita a Rafaela se lleva una sorpresa con este tipo de reuniones que son tan naturales para los rafaelinos. En pueblos aledaños, las reuniones se suelen llevar a cabo en la plaza principal. La Plaza 25 de Mayo, en el caso de nuestra ciudad, tiene más concurrencia los fines de semana en donde se realiza algo especial en el centro, como Plaza Feria. Los stands de emprendedores llaman la atención de la comunidad, y la recorren de punta a punta, también a modo de paseo.

 
En definitiva, en Rafaela hay una gran cantidad de espacios verdes, en todos los barrios para la cercanía de todos los vecinos. Que lo más concurrido sea los alrededores de la Ruta 34, no quiere decir que las plazas dejen de ser un buen lugar al aire libre para recibir a la comunidad. Quizás de a poco, con la presencia más fuerte de los guardas, la gente se vaya dispersando para darle oportunidad a otros puntos de Rafaela. Mientras tanto, la comunidad debe esforzarse en mantener el lugar adecuadamente limpio, llevándose los restos de lo que consumen y evitando la música fuerte, así como las famosas picadas en moto, que pueden poner en peligro a todos los que se acercan a este lugar.

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