En busca del tesoro perdido: aparecieron restos del Puente Colgante que se cayó en el '83

REGIONALES28 de septiembre de 2024..
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Cables de acero, históricas barandas, caños y otros elementos, como la porción de la antena. ¿Dónde están? Imágenes nunca vistas.
 

“Ahí están. Esos son los restos del viejo Puente Colgante de Santa Fe”, señaló el hombre que acompañó a El Litoral a comprobar una pista. El lugar es “El Remanso”, un campamento que pertenece a Vialidad Provincial y está ubicado sobre la antigua traza de la ruta provincial 4, en jurisdicción de la localidad de Manucho. Allí están los restos. Al menos una parte.

A simple vista no se ve nada y los empleados de Vialidad son tan jóvenes que desconocen sobre lo ocurrido hace 41 años atrás. Tienen el relato. Lo escucharon de boca de los que ya se jubilaron. El campamento está lleno de chatarras oxidadas. Viejas grúas, máquinas, herrajes. Todo fue ganado por la naturaleza y en varias oportunidades, por el río Salado, que cada vez que sube mucho inunda toda la zona.

La Primavera recién comienza y todavía no crecieron los yuyos ni floreció la vegetación del monte. Esto hace que todavía esté todo seco y se pueda penetrar con cuidado en el lugar hasta el punto buscado. “Tuvieron suerte”, dice el acompañante, “en unos días acá crece todo y no se ve nada”.

A unos cincuenta metros a la derecha del acceso al campamento comienzan a aparecer. Primero, los cables de acero que fueron los tensores del viejo Puente Colgante. Son la certeza de que se trata de lo que se estaba buscando. El asombro y la emoción invaden la atmósfera verde y soleada. Un poco más allá están los restos de la estructura del viejo puente, que fueron cortados en tramos para su traslado.

Todo está semi escondido por los yuyos y hasta le crecieron árboles en su interior. La certeza que ratifica que se trata del puente llega al tomar contacto visual con las antiguas barandas de la pasarela peatonal del viejo Colgante. Entristece verlas ahí tiradas, retorcidas, en el olvido. Son idénticas a las barandas que todavía perduran en el tramo Oeste del puente nuevo hasta la primera antena.
 “En Vialidad Provincial no quedan registros” de los restos del Puente Colgante, dice su titular, Pablo Seghezzo. “La mayoría de la gente de aquella época ya se jubiló”, agrega. Y sobre estos restos hallados en el campamento “El Remanso”, dice que “no se piensan como restos históricos, porque para Vialidad se piensa en uso y desuso, y todo ello está en desuso”.

Mucho se dijo y se escribió sobre los restos del viejo Puente Colgante durante todos estos años transcurridos. Pero hasta hoy se desconocía la presencia de estas reliquias históricas, construidas a principios del siglo pasado en los talleres de la Societé des Chantiers et Ateliers y la M. G. Leinekugel le Cocq, en Gironda, Francia. Las piezas habían llegado en barcos desde Europa a Santa Fe para formar parte del puente.

 Tras la caída fueron cortadas en partes y finalmente, depositadas en ese campo. Algunos funcionarios y ex funcionarios consultados por El Litoral dijeron que nada sabían al respecto. Lo mismo en la Comisión de Patrimonio. Los restos del viejo puente jamás fueron inventariados ni se les dio valor histórico.

“Hasta donde sé, gran parte de los restos fueron a parar al Puerto. Después fueron desperdigados en distintos lugares. Hay leyendas urbanas incomprobables. Desconozco a dónde fueron a parar”, dice el arquitecto Luis Müller, que junto a su colega Adriana Collado, investigaron la historia y son autores del libro "Puente Colgante. Historia, materia y símbolo", publicado por Aguas Santafesinas en 2002.

“Estos restos tienen valor patrimonial testimonial de aquel viejo puente”, explica Müller. Y “además tienen un valor económico, por lo que se deben proteger para que no terminen en un desarmadero de chatarras. Conservar y exhibir estas partes en un espacio público serviría para crear conciencia ciudadana acerca de la necesidad de prever el mantenimiento de las obras, porque sabemos que el puente cayó por cierto descuido, no sólo por la inundación y el viento de aquel día”.

La caída
El antiguo Puente Colgante se cayó hace 41 años, la lluviosa tarde del 28 de septiembre de 1983, a las 16.25. Los hierros retorcidos del tablero y la antena Este habían sido trasladados al año siguiente de la caída, primero a la playa de Piedras Blancas -la actual Costanera Este- y meses más tarde, al Dique II del Puerto de Santa Fe. La antigua antena colapsada todavía estaba entera, recostada sobre la punta del dique.
Así la muestran los registros fotográficos históricos de El Litoral en este reportaje. Sólo le habían cortado un fragmento inferior, cuando la retiraron del fondo del río. Dichos restos permanecieron en el Dique II hasta 2010 cuando fueron removidos del lugar hacia otra zona, debido a que en ese sector se levantó el complejo habitacional, en el marco del plan de apertura, modernización y urbanización del Puerto.

El sector a donde fueron emplazados por entonces los restos del viejo Puente Colgante está ubicado adelante de la planta de la Shell, sobre la calle interna principal, Lavanderas del Puerto, entre las calles Agnellini y Vigetti. En ese sector se realizó una parquización y forestación. De esta forma, los restos del viejo puente quedaron más expuestos y se alcanzaban a visualizar desde avenida Alem, que ya no tenía el antiguo murallón. Lamentablemente, para trasladar la pesada antena debieron trozarla en partes.

Más tarde los restos que habían sido mudados desaparecieron del nuevo emplazamiento. En ese campito frente a la Shell queda hoy un mangrullo de hierro oxidado recostado sobre el pasto, que nada tiene que ver con el viejo símbolo de la ciudad. Y en el Dique I hay un trozo de la antigua antena que quedó allí casi por azar.

Durante un tiempo hubo un debate público respecto de la idea de que dichos restos de la antena sean utilizados para realizar una obra de arte conmemorativa del viejo puente. En aquel proyecto estaba involucrado el artista visual Ricardo Calanchini. Ese proyecto quedó en la nada.

“Viví en el Puerto cuando estaba cerrado y abandonado”, dice Calanchini, quien por estos días se apresta a viajar a Barcelona para una muestra de sus obras de arte. “En ese entonces, mi casa -que era una antigua vivienda portuaria- estaba al lado de los restos del viejo puente, en frente del Molino Marconetti, a donde hoy está Gula”, aporta y cuenta que “ese tramo de antena que quedó en el Puerto fue casi por azar. El tramo había sido trasladado al Dique I en oportunidad de una exposición o feria. Después vino toda la etapa de modernización y apertura del puerto y eso quedó ahí tirado, en el olvido”.

“Quise usar ese tramo de antena del viejo puente para realizar una escultura conmemorativa. Primero realicé gestiones con el ex rector de la UNL, Hugo Storero, para ubicarla en el entorno de lo que iba a ser la Ciudad Universitaria, que se estaba construyendo, pero no prosperó”, cuenta Calanchini. “Después hablé con el Ente del Puerto para ubicarla en una de las rotondas de las calles internas, pero tampoco prosperó la idea, porque no les pertenecía”.

La subasta
 

Respecto del destino final de los restos del Puente Colgante hay mitos, leyendas urbanas y pistas que nunca se pudieron confirmar. Se dijo que las maderas del piso se las había llevado un funcionario público a una quinta en las afueras de Rosario. También se dijo que parte de la antena que se cayó es el pórtico de ingreso a una casa en las afueras de Paraná. Nada de esto se pudo comprobar.

Lo cierto es que el Ente del Puerto, creado en los ‘90, heredó el problema e intimó en reiteradas oportunidades durante años a Vialidad Provincial para que retire los restos. En 2015 se subastaron “unos 1.500 kilos de chatarras, como bulones y otras piezas menores” del Colgante, recuerda Emilio Campanella, desde el organismo, ante la consulta de El Litoral.
También se rescató el mencionado tramo de la antigua antena colapsada que está en el Dique I, “que pesa unos 1.500 kilos y tiene un gran valor histórico. El Ente lo tiene bajo custodia pero no le pertenece”, explica el encargado de las Relaciones Institucionales. Del resto de las partes no se sabe demasiado.

También en 2015 la Legislatura Provincial le pidió al Gobierno Provincial de turno que informe cuál había sido el destino de los restos del Colgante. Además querían saber si habían autorizado la subasta, y si se contó con la intervención necesaria de la Junta Provincial de Estudios Históricos y de la Comisión de Patrimonio Histórico de la Municipalidad de la Ciudad de Santa Fe, fundamentó el por entonces diputado justicialista Mario Lacava, acompañado de su par de bancada, Alejandra Obeid, en el Proyecto de Comunicación (Expediente 30158 SFM) aprobado en la sesión ordinaria del jueves 25 de junio de 2015 de la Cámara de Diputados de la Provincia de Santa Fe, sobre tablas y por unanimidad. Pero “el Ejecutivo nunca contestó el expediente ni brindó la información requerida”, precisó la ex legisladora en estos días, consultada por El Litoral.

Otros restos del Colgante
La bajante pronunciada del Paraná no deja de sorprender con el hallazgo de distintas piezas históricas que emergen del fondo del río y en las orillas. Durante los últimos años El Litoral dio cuenta de varios de ellos. En ese contexto, durante la temporada de verano de 2020, en medio de la bajante, los Guardavidas hallaron enterrado en la arena de la playa de la Costanera Este un grueso tensor de acero, del que se presume podría haber sido parte de los tensores del viejo puente. Dicho tensor es muy similar a los hallados ahora por El Litoral en Manucho.

Otros elementos son los antiguos caños que transportaban el agua por debajo del viejo puente. Estos caños emergieron durante los últimos días sobre la orilla del Parque de la Constitución, sobre el río Santa Fe, algunos metros aguas abajo del acceso a la caleta del Club Náutico Sur. Se trata de un conjunto de piezas de hierro oxidado que hablan del pasado.
Dos pistas hacen pensar que podría tratarse de los caños inferiores del viejo Puente Colgante a través de los cuales viajaba el agua extraída en la toma del río Colastiné hacia la planta potabilizadora de la antigua Dipos (Dirección Provincial de Obras Sanitarias), hoy Aguas Santafesinas (ASSA), en barrio Candioti Sur

La primera clave es la similitud estética comparativa entre dichos caños y los registros fotográficos de los caños montados en el viejo puente. La otra clave es el lugar. El terreno pertenecía a Obras Sanitarias de la Nación. Allí funcionaba la cámara séptica del antiguo sistema de cloacas de la ciudad. Cuando se retiraron los restos del viejo puente colapsado del lecho del río fueron trasladados aguas abajo sobre embarcaciones a distintos sectores: el principal fue -como se dijo- el Puerto, que por entonces estaba cerrado y en estado de semi abandono.

Otros restos fueron trasladados a los fondos de la Estación Belgrano, a donde más tarde funcionaría el obrador de construcción del nuevo puente. Y los caños en cuestión podrían haber viajado por agua un poco más abajo, al predio de Obras Sanitarias, junto a donde hoy está el Parque de la Constitución

En la búsqueda de restos del antiguo viaducto también cabe mencionar que en los fondos de la Estación Belgrano, a la altura de calle Domingo Silva y Vélez Sarsfield, quedaron tirados otros hierros retorcidos que podrían ser parte del viejo Puente Colgante. Ese predio sería utilizado años más tarde de la caída como obrador para la reconstrucción.

La historia
El viejo Puente Colgante “Ingeniero Marcial Candioti” había sido construido entre 1920 y ‘28, año de su inauguración. "Era entonces un elemento clave para el funcionamiento del sistema, ya que de su mantenimiento en pie dependía la provisión de agua a la ciudad", explicaron Collado y Müller en el libro "Puente Colgante. Historia, materia y símbolo". También era vital para la conexión vial, ya que no existía su vecino, el puente Nicasio Oroño, inaugurado en 1971.

Las antenas metálicas de 33 metros de altura habían llegado desde Francia. Una de ellas es la que se cayó en el ‘83. Aquel lluvioso 28 de septiembre viajaba sobre el puente en bicicleta don Evariso Franco, un pescador de Alto Verde al que en una crónica El Litoral bautizó años más tarde como “El renacido”. Es que aquella tarde el hombre escapó corriendo de la caída del puente y salvó su vida de milagro, mientras que su bicicleta terminó en el fondo del río.

Cabe recordar que el Puente Colgante permaneció roto durante casi dos décadas, hasta que fue reconstruido. Se habilitó al tránsito sin acto ni protocolo el 7 de septiembre de 2002, igual que como había ocurrido el 8 de junio de 1928. La antena Oeste actual es la pieza original traída a principios del siglo pasado desde Francia, mientras que la antena Este fue construida en la ciudad de Esperanza y montada por una gigantesca grúa, el 6 de julio de ese año.
Se diferencia de la antigua antena en que carece de remaches. Otro elemento que se rescató y perdura en el tiempo es la antigua baranda del tramo que no cayó al agua, mientras que el viejo piso de maderos fue reemplazado por hormigón y asfalto.

Don Evaristo siguió cruzando en su bicicleta el nuevo puente cada vez que salía de Alto Verde. Y siempre que lo atravesaba se persignaba, agradecido. “El Renacido” murió el 22 de septiembre de 2021 y con él se fue parte de esta historia santafesina.

 

Cómo está el nuevo puente
El Puente Colgante es Monumento Histórico Nacional y símbolo de la ciudad fundada por Juan de Garay. “Es una obra de ingeniería con un valor absoluto, que se pensó como acueducto antes que como puente”, dice Müller. En cuatro años cumplirá un siglo de vida, con el impasse entre el ‘83 y el ‘02, reconstrucción mediante.

Hace un par de meses, Vialidad Provincial realizó una inspección del nuevo Puente Colgante, que como tal ya tiene 22 años. Durante las revisiones estructurales los ingenieros detectaron que por debajo del suelo tiene un rigidizador suelto, que se ve a simple vista sobre la cabecera Este.
También detectaron filamentos cortados en los tensores a través de los cuales cuelga el puente. Presumen que se cortaron por la natural vibración que genera el viento. Y la cobertura de cemento de las pilas -que cumplen una función estética- tienen agujeros producto de la erosión y la fuerza del agua y la vegetación acuática.

"El Puente Colgante tiene 108 rigidizadores, 107 están bien colocados y uno está suelto, esto no representa peligro alguno para la estructura", aclararon desde Vialidad Provincial. Su titular, Seghezzo, mencionó además que está en marcha "un proceso licitatorio para realizarle el mantenimiento necesario".

Para solucionar la colocación del rigidizador suelto, “estamos hablando con distintas organizaciones para que puedan hacer el trabajo”, se explicó desde el organismo provincial. “Al ser de alto riesgo, por la distancia al agua, seguimos en la búsqueda de contratación de personal capacitado y la maquinaria necesaria para realizar la intervención”.

“Para tener la posibilidad de hacer reparaciones y estudios en la parte inferior del puente y generar soluciones rápidas a largo plazo, estamos buscando una empresa que fabrique una plataforma para colocar debajo del puente (que el puente viejo si tenía) y garantizar intervenciones futuras”, informó Vialidad.

El valor histórico
“El Puente Colgante representa para Santa Fe una primera aproximación a su tardía modernización técnica, ya que su estructura era muy utilizada en el siglo XIX, que le dio un impacto importante a la ciudad”, destaca el arquitecto Müller. “Le imprimió una estética industrial junto a otras obras emblemáticas como la Estación Belgrano, en una sociedad que buscaba el progreso”, agrega. “Hoy es el ícono y el símbolo de la ciudad”.

Con el hallazgo de estas antiguas piezas del viejo Puente Colgante en el campamento de Vialidad, a las que se le suman las preexistentes, surge ahora la discusión pública sobre su preservación. Lo primero es determinar si realmente tienen valor patrimonial e histórico.
En el caso de que lo tengan, habría que verificar fehacientemente que cada pieza sea parte del antiguo puente e inventariarlas: las halladas en el campamento de Vialidad, lo que quedó en el Dique I del Puerto, los caños recostados en la orilla del Museo de la Constitución y los restos ubicados en los fondos de la Estación Belgrano. Finalmente queda la decisión política sobre su destino.

FUENTE: EL LITORAL

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