En Córdoba y bajo el sol, cientos de jóvenes se congregaron para disfrutar un día con el campeón en París 2024.
Yun día salió el sol a pleno en Córdoba. Después de unas mañanas complicadas respecto a lo climatológico, el cielo se tiñó de celeste justo el día más esperado. Es que en la capital cordobesa se celebró esta mañana la pedaleada organizada por el Maligno Torres. Con unos 12º de temperatura y cientos de jóvenes que fueron acompañados por sus familias con diferentes modelos de bicicletas, los presentes en el Parque de las Naciones se dieron el gusto de disfrutar unas horas con el campeón olímpico en París 2024.
"Me pone orgulloso haberle dado el ejemplo a los chicos, porque ellos son los que nos representarán a futuro. Les digo que se diviertan, que puedan entrenar en el parque profesional y que lo hagan con nosotros. Acá (en el Parque de las Naciones) comenzó todo. Por eso decidimos salir pedaleando desde este lado. Con esto pudimos conseguir logros importantes y significa que el argentino tiene con qué", dijo el nacido en Santa Cruz de la Sierra que adoptó Córdoba como si fuera su ciudad natal, en una rueda de prensa a la que asistió Olé.
Si bien se trató de una jornada de festejos, la mañana del Maligno no arrancó de la mejor manera. Dado que vive a tres cuadras del sitio en el que comenzó la bicicleteada, decidió dejar el auto estacionado en el garaje y optó por ir arriba de la bici de BMX, con la compañía de su hermano y un amigo. Pero hubo un inconveniente totalmente inesperado: sufrió un pequeño pinchazo en la rueda trasera antes de que comenzara el recorrido de tres kilómetros hasta el Polo Deportivo del Mario Alberto Kempes, donde se encuentra la pista en la que entrena habitualmente.
Al cabo, se lo tomó con gracia y procedió a cambiarla por otra que usa para entrenar. Y con esta nueva se encargó de hacer trucos para el goce de aquellos que se acercaron al predio.
"Es una locura para nosotros. No esperábamos tanta gente. Estoy muy feliz", le comentó a Olé, post evento. Y es que razón no le faltó: en un día ideal para salir a pedalear, muchos se sumaron en el circuito armado especialmente. Además, el Maligno recibió algunos regalos por parte del público (un chico, por ejemplo, llegó con un cuadro de una foto icónica de la coreografía hecha por Torres en la capital francesa).
La gente lo recibió muy cálidamente: le pidió fotos al protagonista principal de la fiesta, le solicitó unos autógrafos y también le pidió unos consejos. Todo esto le sirvió al rider de 29 años para ilusionarse con el sueño que está craneando hace tiempo. Su objetivo es que cada vez más jóvenes se sumen a una disciplina que hasta los Juegos Olímpicos le escapaba al interés del mainstream. Y, al menos, hoy estuvo más cerca de ese sueño.
FUENTE: DIARIO OLÉ
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