Esta metodología de estudio de la fauna se lleva a cabo mediante un sobrevuelo de la laguna dos veces al año y es fundamental para la estimación de la población de aves en el lugar
El recorrido aéreo, que se extiende por aproximadamente cuatro horas, está a cargo de un equipo interdisciplinario compuesto por un estimador, un fotógrafo y un técnico navegador. Estos expertos recorren el perímetro de la laguna para identificar, registrar y calcular las bandadas de flamencos.
Los resultados del censo realizado se conocerán aproximadamente en un mes.
La directora de Natura Argentina, Lucila Castro, bióloga que lleva más de una década estudiando estas aves, subraya la importancia de esta acción: “Los datos obtenidos en estos censos, realizados tanto en verano como en invierno, han sido vitales para determinar las áreas prioritarias para la conservación. Además, nos permiten entender mejor la relación entre las poblaciones de flamencos y las condiciones ambientales del humedal”.
Esta es una iniciativa crucial para la protección de las aves emblemáticas de la región, y su realización es una tarea conjunta entre el Ministerio de Ambiente y Economía Circular de la provincia de Córdoba, la APN, Natura Argentina, el GCFA y cuenta con el apoyo del municipio de Miramar de Ansenuza.
La Ministra de Ambiente y Economía Circular de Córdoba, Victoria Flores, destacó la importancia de estos esfuerzos: “Estamos comprometidos en preservar y conservar las aves de nuestra provincia, especialmente en la reserva de Ansenuza, un lugar clave para nuestra biodiversidad. Estos censos son una herramienta esencial para fortalecer las acciones de conservación.
Por ello, desde el Ministerio de Ambiente y Economía Circular trabajamos en colaboración con Natura Argentina y sus expertos para obtener una estimación precisa de la población de flamencos y evaluar el estado del humedal”.
De las seis especies de flamencos que existen en el mundo, tres se encuentran en el cono sur de Sudamérica: el flamenco austral, el flamenco andino o parina grande y el flamenco de James o parina chica.
Las especies altoandinas de flamencos son migratorias y utilizan lagunas de alta montaña durante el verano para anidar, alimentarse y refugiarse. En invierno, migran a humedales salinos de menor altitud, como la laguna de Mar Chiquita.
Como era de esperarse, durante este censo de invierno pudieron divisarse estas dos especies en el humedal, destacan los profesionales que realizaron el sobrevuelo. El flamenco austral, por su parte, habita la laguna durante todo el año siendo la especie más abundante. (El Periódico)