Pronostican una tendencia a la baja hasta septiembre.
El río Paraná está atravesando una notable bajante que se extenderá durante todo lo que resta del invierno, según los pronósticos del Instituto Nacional del Agua (INA). Desde mayo, el río ha perdido casi tres metros de altura, y las mediciones realizadas por la Prefectura en el Puerto de Santa Fe reflejan una altura de apenas 88 centímetros, significativamente por debajo de la media para esta época del año.
La falta de lluvias en la cuenca alta del Paraná es la principal causa de esta situación, que, de acuerdo con el subgerente de Alerta Hidrológico del INA, Juan Borus, se prolongará al menos hasta septiembre. Borus mencionó que "en lo que queda del invierno tendremos un descenso adicional", y se espera que el nivel del río descienda por debajo de los 80 centímetros a principios de septiembre.
El cambio en el nivel del río ha sido abrupto, pasando de un nivel extremadamente alto a principios del verano pasado, donde rozó los 6 metros, a una significativa caída de caudal. Las proyecciones del INA para finales de agosto indican que el Paraná en Santa Fe podría medir apenas 82 centímetros.
Borus explicó que, aunque la situación es preocupante, no es tan grave como la de 2021. La cuenca del Iguazú ha recibido algunas lluvias, lo que ha mitigado en parte el descenso del Paraná. Sin embargo, Santa Fe se encuentra 1,70 metros por debajo del nivel promedio de agosto de los últimos 25 años, lo que refleja la magnitud de la bajante.
El especialista subrayó la incertidumbre climática que se vive actualmente, pero también dejó una puerta abierta al optimismo para el último trimestre del año, sugiriendo que podrían darse algunas lluvias en la cuenca del Iguazú que provoquen un repunte rápido y significativo del caudal. A pesar de la situación actual, Borus concluyó que se espera un escenario similar al de 2022, con condiciones algo mejores que las experimentadas en el invierno de 2021, pero con una tendencia general descendente.
FUENTE: SIN MORDAZA