Después del pago de deudas, tuvo un saldo positivo de $233.189 millones. El dato resulta extraordinario en función de que el mes pasado cayó fuerte la recaudación fiscal y subió el gasto por el pago de aguinaldos.
En un mes atípico debido a que se registró una fuerte merma de recursos tributarios, a la vez que hubo un incremento del gasto por el pago de aguinaldos, el Gobierno informó que tuvo superávit por sexto mes consecutivo, lo cual busca llevar mayor tranquilidad a los mercados al mostrar que se mantiene firme el ancla fiscal.
"Durante junio, el Sector Público Nacional (SPN) registró un superávit financiero de $238.189 millones, producto de un superávit primario de $488.569 millones y de intereses de la deuda pública neto de pagos intra-sector público, que alcanzaron los $250.380 millones", informó el Ministerio de Economía.
El ministro de Economía, Luis Caputo, destacó a través de la red social X: "Junio cerró con superávit financiero de $238.189 millones de pesos. Sexto mes consecutivo". "Superávit financiero logrado además atendiendo los más vulnerables. En 2023, déficit fiscal, emisión monetaria y ajuste bestial en jubilaciones y AUH", indicó el funcionario.
El informe oficial indica que "el SPN registró seis meses consecutivos de excedente financiero por primera vez desde el 2008, acumulando en el año un superávit luego de intereses equivalente a aproximadamente 0,4% del PBI". Ello implica, de acuerdo con las estimaciones del Palacio de Hacienda, un saldo positivo primario de aproximadamente 1,1% del PBI.
"De esta forma, se continúa consolidando el ancla fiscal del programa de Gobierno, aún en un mes que registra estacionalmente gastos mayores por los pagos del Sueldo Anual Complementario (SAC)", dice el reporte.
A fines de mayo, el presidente Javier Milei había anticipado en declaraciones públicas que en junio, por el efecto del SAC iba a haber déficit primario. Algunos analistas consideran entonces que, para poder sostener el superávit financiero, el Gobierno retrasó pagos, específicamente a las generadoras de energía eléctrica.
Los ingresos totales de junio sumaron $8,1 billones con un incremento nominal de $216% interanual. Los recursos tributarios alcanzaron a $7,6 billones; rentas de la propiedad, $317.860 millones; otros ingresos corrientes, $239.458 millones e ingresos de capital, por solo $25 millones.
En tanto, los gastos primarios alcanzaron los $7,6 billones, con un incremento nominal de 140%. Los gastos corrientes sumaron $7,4 billones y dentro de ellos las prestaciones sociales, llegaron a $5,6 billones; gastos de funcionamiento, $1,2 billones y subsidios económicos, $409.063 millones, entre otros. Precisamente, estos gastos registraron, según indica la información oficial, una baja del 4,2% nominal.
El informe oficial remarca que "en lo que refiere a las prestaciones de la Seguridad Social, las mismas ascendieron a $4,2 billones (+207,5%), producto del impacto de la fórmula de movilidad aprobada por la Ley N° 27.609 y el DNU 274/24, que adecuó la mencionada fórmula para que los aumentos jubilatorios acompañen la evolución de la inflación y otorgó una compensación adicional de 12,5% para todos los pasivos bajo ese régimen, más el impacto del pago del Sueldo Anual Complementario (SAC) de jubilados y pensionados".
"Si se añade el refuerzo de ingresos previsionales de hasta $70.000 (más de $332.897 millones), la variación del gasto previsional nacional fue de 231,9%. Por otra parte, las remuneraciones alcanzaron los $1,03 billones (+201,7%), producto de los incrementos otorgados en el marco de las políticas salariales acordadas".
La mirada de los economistas
Según indica el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), los ingresos totales en junio tuvieron una variación interanual real negativa de 15%. Esto en función de que los ingresos tributarios descendieron un 12% y la baja de los ingresos no tributarios de un 40% en términos reales.
Por el lado del gasto primario, este descendió un 35% interanual real. Como resultado, el déficit primario del año pasado se transformó en un superávit primario de $488.000 millones. El gasto en intereses bajó 30,4% en términos reales respecto al mismo mes del año pasado. En efecto, el déficit fiscal se convirtió en un superávit fiscal de $238.000 millones.
Durante los primeros seis meses del año, los ingresos totales cayeron un 5% real, mientras que el gasto primario descendió un 32% interanual real.
Como resultado, el superávit primario asciende a $7 billones, lo que equivaldría a un 1,1% del PBI. El superávit fiscal financiero llega a $2,5 billones, lo que equivaldría a un 0,4% del PBI.
Durante el mismo período del año 2023, el resultado fiscal fue negativo por 1,7% del PBI. Dado ese déficit y el superávit de este año, la diferencia de 2,1 p.p. del PBI implicaría el ahorro fiscal en lo que va del año.
FUENTE: AMBITO