Falleció Roberto, el histórico boletero de los juegos de la Plaza Cívica de San Francisco

REGIONALES 26 de marzo de 2024 . .
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Nigra fue durante muchos años el boletero de la calesita. También quien ofrecía la sortija a los niños que los habilitaba a una vuelta más.

Roberto Nigra, quien fuera durante muchos años el boletero de la calesita de la Plaza Cívica, murió en las últimas horas.

El “Chapulín”, como le decían a Nigra, fue durante unos 40 años quien atendió la boletería de los juegos de la plaza. También quien ofrecía la sortija a los niños que los habilitaba a una vuelta más. 

Llegó a los 14 años desde Santa Clara de Saguier y de tanto ir a la calesita ubicada sobre bulevar 25 de Mayo y Belisario Roldán (antes de trasladarse a la Plaza Cívica) terminó siendo parte de la misma, recordó en una nota que El Periódico le hizo hace unos años.

La calesita funcionó un tiempo en ese lugar hasta que en 1979 fue ubicada en el centro cívico. Después, entre los años 80 y 90, se fueron agregando el resto de los juegos. Un trencito, los botes, la caravana Ford T y el gusanito, entre otros.

Además de trabajar entre juegos, Roberto ofició de cartonero también para poder ganar el “mango” diario. Cada mañana y cada noche salía con su carro anexado a una moto para juntar cartones y botellas.

 
   
La plaza, su lugar
Roberto aseguraba que para mantenerse en este trabajo tenías que tenerle paciencia a los chicos: “Si no te gustan los chicos, no te puede gustar este trabajo”, afirmaba.

Nigra en las últimas épocas estaba de lunes a lunes en la plaza: “Me gusta mucho venir, si no vengo extraño. Tuve un accidente tiempo atrás, choqué con la moto. Dos meses me fue para recuperarme y ese tiempo extrañé mucho”, recordaba en noviembre de 2016.

Roberto destacaba que las mejores épocas de la plaza fueron hace 20 años atrás: “Me acuerdo de muchos chicos que hoy ya son grandes que venían; los otros días vino una mujer de 88 años que traía a sus hijos; ahora vienen sus nietos y sus bisnietos”, recordaba.

Sin dudas, Nigra será recordado por varias generaciones de hombres y mujeres a quienes vio reír sobre algún animalito o personaje mientras giraban en la calesita.

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